Voluntariado y Daño Cerebral Adquirido
Las organizaciones de DCA cuentan con excelentes personas que dedican parte de su tiempo a apoyar las actividades que se realizan en pro del colectivo. Jóvenes y no tan jóvenes; parados y empleados; en edad laboral o ya jubilados, personas que de una manera altruista creen que su tiempo es tan valioso que deben ofrecerlo a personas que necesitan su apoyo.
En esta entrevista Patri, voluntaria de ADACEA Alicante, nos cuenta su experiencia en la Asociación alicantina.
Patri ¿Qué te motivó a hacer un voluntariado en ADACEA Alicante?
Siendo sincera, en un primer momento las motivaciones eran enteramente egoístas, quería dedicar mi tiempo a algo, que pudiese ayudar a otras personas, pensaba en superación personal, en salir de mi zona de confort y en sentirme orgullosa del tiempo que iba a invertir en esta nueva experiencia.
Todo eso, aunque conseguido, queda en un segundo plano cuando conoces a todo el equipo humano que hay detrás de las siglas ADACEA. Tanto los trabajadores como las personas con DCA y los voluntarios. Desde un primer momento te hacen sentir como en casa, se convierten en una parte importantísima de tu vida, consiguen que el día que pasas con ellos empieces con una sonrisa y te vayas aún más contenta.
¿Qué actividades realizas como voluntaria?
En general dar apoyo, dentro de mis limitaciones, en talleres, comedor o cualquier actividad que se me proponga. Me dedico a hablar con ellos, aportar ideas, intentar motivarlos y ayudarlos a realizar las tareas y estar pendiente de si necesitan cualquier cosa.
Y ¿Cómo valoras tu participación en ADACEA Alicante? ¿Por qué?
Personalmente, mi valoración es positiva , estoy muy contenta con todas las personas que forman ADACEA, y la sensación que me transmiten es que ellos/as también lo están conmigo. Me encanta la manera que tienen de tratar a las personas y cómo enfocan las actividades a realizar, están muy pendientes de todas las personas con la que trabajan y saben crear un ambiente calmado , dónde hay mucho respeto y mucho cariño.
Además, habría que destacar, que en mi caso, carezco de formación relacionada con el DCA o similares, pero aun así, han sabido enseñarme lo necesario para poder ayudarles y así cooperar entre nosotros. De esta manera, todos salimos ganando.
¿Qué destacarías de las personas con DCA con las que realizas el voluntariado?
Las sonrisas, no sólo el gesto en sí, sino todo lo que hay detrás. Detrás hay una fuerza increíble, hay lucha , hay afán de superación, hay familias, cariño, bromas…
Ellos transmiten una cantidad de emociones fantásticas, estar con ellos es como estar con el grupo de amigos que no te juzga, que te tiene tanto aprecio y con el que te ríes sin parar. Es genial pasar tiempo con ellos, te cargan de energía y, por supuesto, te contagian la sonrisa.
¿Recomendarías a más personas hacer un voluntariado con personas con DCA?
Absolutamente, se lo recomendaría a cualquier persona. Es una experiencia muy enriquecedora, te hace salir de tu día a día, muchas veces cargada de preocupaciones, te enseña a valorar las cosas importantes, te ayuda a ser más práctico, mejoras tu empatía, te hace reflexionar, adquieres conocimientos, llegas a conocerte mejor, haces amigos, etc.
Además, dedicando un poco de tu tiempo, puedes ayudar mucho a alguien y ayudas a visibilizar este tema. No se me ocurre otro sitio en el que, ofreciendo tan poco, te lleves tanto.
Muchas gracias Patri, tu ejemplo esperemos sirva para que el otras personas se motiven a realizan cualquier actividad voluntaria, sea en con nuestro colectivo o con otro. Siempre se necesitan personas como tu para seguir mejorando el mundo.